Es hora de dejar de mirar a Europa y analizar cómo países en vía de desarrollo consiguieron encontrar fórmulas posibles. El desafío es adaptar estas experiencias a nuestra realidad regional
Si el golpe del ’55 y los 18 años de proscripción no habían logrado derrotar definitivamente al peronismo, el golpe del ’76 vino a terminar lo que no pudieron hacer antes